El juego del contraluz es indefinido. Puede darnos las formas de la sombra o el misterio de la luz. En esos divertimentos, en tiempos de descanso, me entrego a la toma sin tapujos, sin preconceptos y me seduce buscar un resultado. A veces me transporta al pasado, como Elvis, sus canciones y su voz. Otras me transporta al futuro. Algo azul? Algo ignoto? Y evoco 2001, y sus apuestas a un futuro ya pasado.
Roberto Schettini - 2010
Exposición en 2010, Centro Cultural de México,
Montevideo, Uruguay